Recursos para Emprendedores
Guías rápidas para tomar buenas decisiones de marca
1. Cómo elegir un buen nombre
(sin volverse loco)
Elegir un nombre no es inspiración pura ni listas infinitas.
Un buen nombre nace del equilibrio:
✔ Sonoridad:
Que sea fácil de pronunciar y recordar.
✔ Sentido:
Debe tener coherencia con lo que el proyecto quiere transmitir.
✔ Disponibilidad razonable:
No se trata solo del INPI: el .com, el .com.ar, .ar y otros factores influyen en su viabilidad.
✔ Evitar modas:
Los nombres que “suena a tendencia” envejecen rápido.
Conclusión:
Un nombre no es lindo o feo:
es viable o riesgoso.
Si queres construir sobre algo firme, conviene pensarlo bien desde el principio.
2. Cuándo registrar tu marca (y cuándo esperar)
Registrar una marca es importante, pero no siempre es el primer paso.
✔ Cuándo conviene registrar ya:
-Cuando el nombre está validado y demostrado que es viable.
– Cuando queres proteger la identidad antes de salir fuerte al mercado.
✔ Cuándo conviene esperar:
– Cuando el nombre aún no está definido.
– Cuando hay dudas de disponibilidad.
– Cuando todavía no sabes si esa será “la identidad final”.
La clave:
Registrar NO significa que la marca está aprobada.
Hay análisis humanos, oposiciones y tiempos administrativos que nadie controla.
Por eso es más seguro registrar cuando sabés que el nombre tiene buenas chances y no solo porque alguien te dice “registrá ya”.
3. Identidad mínima para arrancar un proyecto
(antes de tomar decisiones irreversibles)
Antes de registrar una marca o invertir, es útil tener una base mínima que ayude a ordenar la idea, pero sin comprometer su uso ni su comunicación pública.
Esta identidad inicial no se publica, no se lanza y no se comercializa.
Solo sirve como prototipo interno para evaluar dirección y coherencia.
Incluye:
✔ Un nombre posible
Aún no registrado, pero pensado con criterios de sentido, sonido y viabilidad preliminar.
✔ Un dominio disponible (solo como referencia)
Registrar un dominio no garantiza nada:
no asegura el registro de marca, ni valida la disponibilidad legal.
Pero puede ayudarte a visualizar escenarios.
✔ Un logo simple y provisional
Una versión mínima que funciona como borrador,
sin ser definitiva ni usarse externamente.
✔ Una paleta básica
Colores que ayudan a imaginar la identidad,
no a comunicarla públicamente.
4. Qué hace fuerte a una identidad de marca
¿Para qué sirve esta identidad mínima?
Para ordenar ideas.
Para ver si el concepto “tiene piel”.
Para decidir si es el nombre correcto.
Para llegar mejor preparados al registro formal.
No sirve para lanzar, publicar ni hacer publicidad.
No reemplaza al registro.
Y no otorga ningún derecho de uso.
Ventaja clave
Te permite avanzar con claridad sin correr riesgos legales ni económicos,
y te prepara para tomar mejores decisiones cuando llegue el momento de registrar la marca.
Una identidad sólida no se construye con adornos: se construye con claridad.
✔ Coherencia:
Que todo hable el mismo lenguaje.
✔ Simplicidad:
Lo simple se recuerda, lo complejo se pierde.
✔ Personalidad:
Debe transmitir algo: calma, energía, precisión, elegancia… pero algo.
✔ Propósito:
La marca tiene que saber para qué existe.
Cuando una identidad tiene estos cuatro elementos, todo lo demás fluye: nombre, diseño, presencia digital, tono de comunicación.
Si queres evitar errores, ahorrar tiempo y construir una marca que dure…
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